Durante
el período electoral se produce un fuerte intercambio de ideas y
opiniones entre l@s vecin@s
sobre temas de interés: urbanismo, medio ambiente, la protección de
las personas dependientes... Con nuestros muchos y variados
comentarios e intervenciones se crea una saludable
atmósfera de opinión y de reflexión
entre la gente durante esos días. Una
actitud que debiera prolongarse una vez pasadas las elecciones.
Y
mientras que en el pueblo se respira este ambiente de opinión, en
campaña casi tod@s los candidatos a la alcaldía prometen en sus
programas que van a contar con el pueblo a la hora de gobernar. Y
tod@s acuden a los vecin@s en busca de sugerencias para conocer sus
inquietudes. Y hasta algun@s prometen dar respuesta a sus sugerencias
en sus programas. ¿Qué ocurre después? Que una vez instalados en
el poder esta promesa nunca se cumple, porque después se olvidan de
todo y no escuchan a nadie.
Y…
el
pueblo,
por nuestra parte, nos duele que pasadas las elecciones, retomemos
de nuevo nuestra apatía política tradicional.
Ignorando que la participación en la política activa no es un valor
exclusivo de aquellas personas que se presentan para gobernar. Es un
derecho y una exigencia del pueblo, que tenemos
el derecho y el deber de seguir
opinando,
pasadas ya las elecciones, sobre los temas que le afectan: la
educación, la sanidad, los servicios sociales, el medio ambiente o
la cultura.
La aportación, pues, de l@s vecin@s a la política no debe terminar el día de las elecciones. No debe quedar reducida a un mero examen de los candidatos cada cuatro años.
La aportación, pues, de l@s vecin@s a la política no debe terminar el día de las elecciones. No debe quedar reducida a un mero examen de los candidatos cada cuatro años.
Y
es aquí en donde deben entrar en juego los necesarios mecanismos
para hacer posible que l@s ciudadan@s podamos participar opinando,
construyendo, sugiriendo y debatiendo sobre los asuntos que nos
interesan. Se trata de encontrar la mejor fórmula para establecer un
diálogo permanente entre los gobernantes y los gobernados, que se
prolongue más allá del día de las elecciones, para construir así
una sociedad más viva, más representativa y democrática.
Por
eso parece urgente impulsar las fórmulas de participación de la
ciudadanía y las asociaciones en la vida municipal a través de los
instrumentos necesarios, como el Reglamentos de Participación
Ciudadana o los Consejos.
Y
aquel pueblo que no se ocupa de la política, renuncia al ejercicio
de sus derechos y a la obligación de contribuir con sus aportaciones
a un mundo mejor.
Es
verdad que los problemas son muchos y no todas las personas podemos
estar comprometidas en todo y a todos los niveles, es verdad que son
problemas no solucionables por completo, pero, al menos, como mínimo
tenemos aún una posición del que somos mandatarias absolutas. Si
nos preocupa el deporte, pues… al Consejo de Deporte que me uno;
que en el parque de mi calle se ha roto una papelera o la calle de mi
primo esta sucia, pues lo comunico, en vez de criticar y criticar…
que aún no esté solucionado.
Y
Miajadas cuenta con un Reglamento de Participación Ciudadana, así
como Consejos por sectores (festejos, cultura, medio ambiente…).
¡Porque
10.234 cabezas piensan mejor que unas pocas! ¡Porque 20.468 ojos ven
más!
Grupo
Municipal IU-PPI
Comentarios