Los billetes de alta denominación facial, y especialmente los de 500 euros, suponen un instrumento ideal para cometer fraude fiscal, ya que permiten mover físicamente grandes cantidades de dinero lejos del control de las autoridades. No en vano, se estima que un 80% de las operaciones que se realizan con billetes de este tipo en nuestro país son fraudulentas.
La relevancia de este problema queda de manifiesto al comprobar que los billetes de 500 euros suponen cerca del 70% del dinero que circula en nuestro país, frente al poco más del 33% que representan de media en el ámbito de la zona Euro. De hecho, casi dos de cada diez billetes de 500 euros se encuentran en España.
No es de extrañar, por tanto, que cada vez sean más las voces que piden abrir un profundo debate en torno a la retirada de la circulación de los billetes de 500 de la zona Euro, máxime en un contexto económico caracterizado por el fuerte endeudamiento de los estados miembros que está poniendo en entredicho la continuidad de la moneda única.
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