Antonio Díaz, Alcalde de Miajadas, a la caza de brujas.

La caza de brujas y la hoguera forman parte de la práctica política del Equipo de Gobierno Socialista de Miajadas. La Picota no la usan desde que la encementaron, aunque nuestro Alcalde sigue utilizando a su antojo los pregones y los medio de comunicación para mandar al infierno a los ciudadanos y a los grupos políticos que osan pensar de manera distinta.

En una nota escrita al más puro estilo Urdaci, el PSOE de Miajadas vuelve a confundir el fin con los medios, obviando que IU-PPI no se opone (¡Abstenerse en una votación no es ir en contra!) a la instalación en la localidad de una empresa transformadora de tomates, sino que ha expresado su disconformidad con los medios utilizados: una permuta de terreno con la que la generalidad de los ciudadanos de Miajadas pierden.

¿Qué pierden los ciudadanos?:

En primer lugar, solares urbanos municipales: 1.185 m2, cuyo destino preferente debería ser la promoción de viviendas de protección pública. Es decir, los ciudadanos con más bajas rentas pierden la posibilidad de contar con suelo municipal para optar a viviendas de promoción pública.

En segundo lugar, perdemos recursos municipales. La valoración de los solares municipales está hecha teniendo en cuenta los precios del año 2000, cuando lo lógico hubiera sido tomar como referencia los precios del suelo urbano para el año 2006 o, en su defecto, la última actualización catastral.

El coste real completo de esta operación para los ciudadanos de Miajadas ascenderá a 175.313 €, cantidad que deja de ingresar el Ayuntamiento porque el Equipo de Gobierno está valorando los solares municipales a una media de 90 €/m2, es decir, un 37% del valor real. Un precio más ajustado al mercado inmobiliario del municipio hubiera sido unos 240 €/m2.

Y lo peor de todo es que había otras soluciones para instalar esta industria sin que a los miajadeños les tocaran el bolsillo. En lugar de permutar solares urbanos del Ayuntamiento por suelo no urbanizable, se podía haber declarado la instalación de la empresa como PIR (Proyecto de Interés Regional), figura legal que hubiera permitido calificar como urbanizable de uso industrial el terreno donde se establecerá la empresa. Hubiera bastado que la empresa transformadora llegara a un acuerdo de compra-venta con los propietarios de las parcelas para que la Junta de Extremadura (que es también juez y parte en esta operación a través de la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura) declarara el Proyecto de Interés Regional, dado que el tomate es un sector estratégico de la economía regional y con el proyecto de instalación se benefician empresas cooperativas de varios municipios (Santa Amalia, Don Benito y Miajadas). En este supuesto la empresa se hubiera ubicado en Miajadas de igual forma, con la diferencia de que el Ayuntamiento no interviene ni se ve en la necesidad de malvender patrimonio municipal de suelo para la instalación.

El alcalde de Miajadas, Antonio Díaz, en lugar de defender el bien común de todos los ciudadanos, ha cedido al chantaje institucional y empresarial y ha entrado en una puja absurda que nos conduce al expolio del patrimonio municipal, tomando medidas proteccionistas para una empresa que ya tenía decidida su ubicación en el municipio en base a criterios de localización industrial objetivos (aprovechamiento de economías de escala, comunicaciones, experiencia del sector, y proximidad a los proveedores de pasta de tomate).

Defender el empleo no se consigue sólo favoreciendo la instalación de grandes empresas mediante prebendas públicas (que se lo digan a los trabajadores de Delphi, en Cádiz), sino también realizado estudios de actuación sobre el pequeño comercio local (el Equipo de Gobierno nos negó la propuesta para pedir una subvención a tal fin), favoreciendo la circulación automovilística para que los pequeños negocios no sufran las consecuencias de las obras y restricciones al tráfico (Plan de Movilidad promovido por IU-PPI), poniendo en marcha una bolsa de empleo local (rotundamente negado por el Ejecutivo local, a pesar de haberlo prometido el Alcalde, manteniendo un derecho de pernada del Equipo de Gobierno sobre el empleo del Ayuntamiento), promoviendo programas de formación y empleo para los jóvenes (ni una sola Escuela Taller desde 2004), actuando de manera preventiva (antes de que nos coja el toro) para reservar y desarrollar suelo municipal de alto valor estratégico para la instalación de industrias agroalimentarias… la lista es larga.

Argumentos a nosotros nos sobran. Puede opinar el Alcalde siempre cuando utilice razones más elaboradas que las que ya ha dado. Todos creemos que la instalación de una empresa es conveniente para el pueblo, pero no a cualquier coste, sobre todo cuando hay otras alternativas más beneficiosas que ni siquiera se ha dignado a sopesar. Igual quiere colgarse esta medalla.

Y… por favor, Sr. Alcalde, no nos mande a la hoguera por pensar de manera distinta. Somos distintos y por eso estamos en formaciones políticas distintas. No entendemos su desmedida ambición por el pensamiento único, ni su caza de brujas. Con ello sólo demuestra la escasa distancia entre su manera de actuar y el totalitarismo, extremos sumamente alejados de la verdadera ideología socialista.